DIEGO ÁLVAREZ MIGUEL

Nacimos con el sueño intacto

Nacimos con el sueño intacto
y las ganas dentro de un pájaro.

Caminamos, bajo el calor insoportable,
entre los tendales con olor a detergente:
las sábanas aún húmedas instalaron
el otoño lejos de las sombras.

Cambiamos el nombre de las cosas,
amamos hasta que no hubo
verano ni hubo escondite,
trotamos hasta que al final
se nos acabaron los caballos.

Crecimos. Y antes que la piel
se nos arrugó la esperanza.

Después, más tarde,
cuando supimos que ya
no nos daba tiempo:
despertamos.

Era lunes, eran las siete;
y por primera vez dejamos
la ilusión
dormida sobre la almohada.


http://diegoamiguel.blogspot.com

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